viernes, 22 de enero de 2016

Intervenir en la información. Acerca de las “recomendaciones” a periodistas y medios de comunicación en el tratamiento de la información sobre inmigrantes e inmigración por parte de organismos estatales, asociaciones profesionales y grupos de presión inmigracionistas

Los organismos estatales, las asociaciones profesionales y los grupos de presión situados en una postura inmigracionista son conscientes de que el debate público y popular sobre la inmigración y los inmigrantes está en gran parte condicionado por el tratamiento informativo que el problema recibe.Estas fuerzas han percibido con claridad la importancia de intervenir en el discurso mediático acerca de la inmigración para facilitar la llegada de aún más inmigrantes, trastocando y transformando de una vez y para siempre la faz de España y de Europa, tal y como sus amos mundialistas, financieros plutócratas y traficantes de la Bolsa desean. Sabedores de que vivimos en una sociedad mediática, donde el discurso de los medios puede tener más fuerza de convicción que la experiencia personal, y donde grandes porciones de la realidad del individuo se experimentan sólo simbólicamente y a través de los medios, se han propuesto intervenir a conciencia en este discurso para modificar la percepción de la realidad que tienen las personas y hacernos pensar “correctamente”.

Hay muchas formas de intervenir en los medios de comunicación. Pero el que estos organismos estatales y privados (subvencionadas por el poder público) intervengan de una manera coactiva en los medios tiene una apariencia cuando menos problemática. Sobre todo en una democracia formal, con una carta constituyente donde explícitamente se garantiza la libertad de información, de expresión y de prensa. Por ello, los citados agentes interventores lo hacen bajo la fórmula de la edición y promoción de recomendaciones, guías y manuales de estilo destinados a los medios. El no seguir estas recomendaciones tendrá algunas sanciones informales, como veremos más adelante.

La ideología presente en estos documentos destinados a los medios es la esperada teniendo en cuenta su origen. La inmigración se contempla siempre como positiva, habiendo que asumirla, e incluso fomentarla. La legislación de las naciones europeas se considera como un obstáculo legal a la inmigración que debería ir modificándose en el  sentido de una mayor permisividad (1). La bondad y la necesidad de una sociedad multicultural o intercultural, según los casos, se da por descontada, apareciendo siempre el modelo posible de sociedad para un estado (homogeneidad étnica, asimilacionismo, multiculturalismo o interculturalismo) como una cuestión decidida por las élites y sobre la que la ciudadanía, el pueblo, no tendría derecho a elegir.

El discurso periodístico, según estos interventores, debe ceñirse a estos parámetros ideológicos. Para ello no dudan en proponer una serie de prácticas y rutinas profesionales en los periodistas que posibiliten dar una información seleccionada, filtrada, sesgada y tendencialmente positiva acerca de los inmigrantes y la inmigración.

Esto se hace teniendo en cuenta dos elementos principales. Por un lado,interviniendo en la agenda-setting, es decir en la serie de temas concretos que tendrán cabida en los medios. El objetivo es claro: según la citada y suficientemente contrastada teoría del establecimiento de la agenda, los temas que se incluyen en los medios van a ser los temas que están presentes en el  público. Fijando la agenda los medios dirán al público sobre qué pensar. Puede ocurrir entonces, y de hecho sabemos que ocurre, que la gente se preocupe de nimiedades y deje en un segundo plano lo realmente importante, librando esto último del escrutinio público, incrementando aún más el campo de actuación de las élites. En un segundo nivel, y sin salir de la fijación de la agenda, los medios, al informar de determinados aspectos de un hecho en cuestión y no hacerlo de otros, establecen también qué pensar acerca del hecho. Intervenir en la fijación de esta agenda, tanto en el primer nivel señalado como en el segundo, es muy importante para controlar el pensamiento del pueblo y organismos estatales y lobbies inmigracionistas lo saben.

El segundo elemento que se tiene en cuenta al intervenir en los medios es el de los denominados news frames o marcos noticiosos. Este concepto hace referencia al enfoque concreto que adquiere la noticia sobre un hecho determinado en función del marco textual que la envuelve. La consecuencia de un determinado marco noticioso es que una determinada interpretación de un hecho (aquella que promueve este marco noticioso concreto) y no otra será la privilegiada. También el control sobre esta variable está presente en las recomendaciones propuestas por los organismos estatales y lobbies pro-inmigración.

Y a partir de estos fundamentos, las estrategias de intervención en los medios propuestas por estas recomendaciones, guías y manuales de estilo son de una variedad asombrosa. Además, suelen ir dirigidas tanto a periodistas y otros profesionales de los medios, como a las propias empresas mediáticas, a instituciones públicas y a los formadores de periodistas. El campo que tratan de cubrir es amplio y no dejan nada al azar. A veces estas propuestas, en un intento claro de modificar la agenta-setting de acuerdo con una línea ideológica inmigracionista, se orientan hacia el ocultamiento de la verdad (2) y a la elaboración de un tendencioso discurso eufemístico (3).

Se pide repetidamente a medios y periodistas que oculten la nacionalidad del delincuente para, según dicen, no crear un prejuicio contra inmigrantes. Pero el hecho cierto es que si no se atribuye la nacionalidad al delincuente, se está, estadísticamente, culpando al nativo. Si la población autóctona es, por ejemplo, del 88% y la inmigrante del 12% y, ante un delito no se incluye información sobre la nacionalidad del autor, a un observador desconocedor de la realidad del país le sería legítimo atribuir el 88% de los delitos a los nativos y el 12% a los inmigrantes. La realidad es bien distinta, como cualquier informe serio sobre la cuestión pone de relieve. De modo que no incluir deliberadamente la nacionalidad del inmigrante delincuente supone, estadísticamente, criminalizar al nativo. Luego todo esto implica una discriminación negativa contra el nativo, un acto de racismo anti-español, perpetrado por recomendación de ciertos organismos estatales y por ciertos lobbies inmigracionistas. A un nivel general, no son los medios los que etnifican el delito, ya que realmente el delito ya está etnificado, tanto cuantitativamente (mayor propensión general de la inmigración hacia la delincuencia), como cualitativamente (aparición de nuevos delitos traídos y practicados casi exclusivamente por los inmigrantes).




(Source: circulo-identitario-nietzsche.blogspot.com)
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